Codorniz común (Coturnix coturnix)

Ave de caza de pequeño tamaño (16-18 cm de longitud y 32-35 cm de envergadura). Su coloración es muy críptica, de color pardo más o menos oscuro en el dorso, con numerosas estrías más claras, y blanquecina-beige en el vientre; posee una lista superciliar bastante marcada. El macho destaca por tener la garganta un poco negra, mientras que la hembra la presenta algo más clara. A menudo es mucho más fácil oírla que verla, ya que suele ocultarse entre la vegetación herbácea y puede pasarse mucho tiempo sin levantar el vuelo. La codorniz está presente como nidificante en el ámbito de la Macaronesia en Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde, ocupando todas las islas, mientras que en las Salvajes y en algunos islotes se presenta solo en las épocas de migración. Se trata de una especie propia de herbazales y campos abiertos, ya sean pastizales, cultivos de cereales u hortalizas, viñedos, terrenos incultos, llanos terroso-pedregosos, sistemas arenosos (“jables”), etc.; no suele penetrar en áreas boscosas, si bien en ocasiones se acerca mucho a sus límites inferiores e incluso ocupa plantaciones de pinos. Durante el paso migratorio puede aparecer en hábitats atípicos, tales como zonas de vegetación halófilo-costera. Se alimenta sobre todo de semillas e insectos, aunque también puede consumir frutos de ciertos arbustos, sin duda cuando caen al suelo o están a escasa altura, ya que es un animal de hábitos muy terrestres. Su época de reproducción en la Macaronesia (excepto en Cabo Verde) se extiende entre diciembre y septiembre, si bien la mayoría de las puestas (7-13 huevos) se producen en primavera y los inicios del verano. En Cabo Verde nidifica principalmente en el período septiembre-diciembre, coincidiendo con el régimen local de lluvias monzónicas, y llega a poner hasta 15 huevos. Cría en el suelo, entre plantas herbáceas, gramíneas y viñas. La taxonomía de la codorniz en la Macaronesia ha sido muy controvertida. Se han llegado a describir tres subespecies endémicas, una de Azores (C. c. conturbans), otra de Madeira y Canarias (C. c. confisa) y una más de Cabo Verde (C. c. inopinata), a las que hay que sumar los efectivos migratorios, tradicionalmente adscritos a la forma típica (C. c. coturnix). Sin embargo, se ha sugerido que las subespecies confisa e inopinata no son válidas, y lo mismo se podría inferir de conturbans. Por tanto, son necesarios nuevos estudios que puedan clarificar dicha situación. La especie resulta muy común en algunas islas de Azores, Canarias y Cabo Verde, siendo especialmente abundante en este último archipiélago. Sin embargo, en otros casos, como el de Tenerife (Canarias), su distribución actual es muy restringida y se ha convertido en un ave rara, en parte debido a la fragmentación de su hábitat. Hay que recalcar que se trata de un ave cinegética, lo cual incide negativamente en sus efectivos poblacionales, aunque también se han producido sueltas de ejemplares de granja.

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